Rodiola 30 cápsulas


Rodiola 30 cápsulas
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La Rhodiola rosea es una planta medicinal perteneciente a la familia de las Crassulaceae, originaria de Siberia, pero también muy extendida en Mongolia, y crece de forma espontánea también en las montañas del norte de Europa, en Laponia y Escandinavia, y en América del Norte, en Alaska. El uso de la rodiola tiene una historia realmente legendaria, como muchos otros extractos fitoterapéuticos. La raíz se utiliza para mejorar las prestaciones físicas y la resistencia inmunitaria y, en general, para mejorar el estado de salud psicofísico. Incluso se dice que los vikingos la tomaban como estimulante después de un intenso esfuerzo físico. En el Tíbet, las antiguas poblaciones locales la consumían para adaptarse mejor a la altitud y al clima extremo, así como en Siberia, donde además de usarse para defenderse de las bajas temperaturas invernales, existía la creencia popular de que quien bebiera todos los días su infusión, viviría durante más de un siglo; además, la raíz de Rhodiola rosea se regalaba a los cónyuges para propiciar la buena salud de sus futuros hijos, ya que se consideraba un estimulante potente. También en la medicina tradicional china se utilizaba la raíz para tratar diversas dolencias y por su efecto vigorizante. Los primeros estudios científicos sobre la Rhodiola se remontan a la primera mitad del siglo pasado, cuando varios científicos, en su mayoría rusos, comenzaron a observar los efectos de esta planta indígena, pero no fue hasta principios de los años 1960 que empezó a ofrecerse información sobre los beneficios y propiedades de la rodiola al público general en el mundo occidental.

Hoy en día, cuando el cansancio acecha, si se atraviesa un período particularmente estresante o agotador, durante los cambios de estación, entrenamiento intensivo, momentos que exigen concentración constante y en todas aquellas situaciones en las que se debilita el cuerpo, tomar rodiola puede ayudar a restablecer el equilibrio.

Las raíces de la rodiola tienen una acción adaptógena, antiestrés, que suele favorecer las capacidades de aprendizaje y memoria, bien conocidas y apreciadas hasta la fecha por la medicina popular siberiana, china y escandinava. Estas propiedades han sido científicamente probadas y se pueden atribuir a la presencia de glicósidos fenilpropanoides y, en particular, a la salidrosida y el rosavin, cuya estructura química es similar a la de la siringina (eleuterósido B), uno de los ingredientes activos del eleuterococo. La salidrosida es el compuesto farmacológicamente más activo. Este glucósido está presente en la raíz de la Rhodiola rosea, también llamada rodiolósida, que se conoce con el nombre de rodosina. Su consumo estimula la producción de serotonina, adrenalina y dopamina, mejora el estado de ánimo con un efecto antidepresivo y potencia las capacidades intelectuales, actuando positivamente sobre las funciones metabólicas (del corazón, hígado y músculos) sin efectos secundarios. Los ácidos orgánicos y los flavonoides contenidos en la Rhodiola rosea, por otra parte, determinan sus propiedades antioxidantes.

La rodiola produce un aumento en la concentración plasmática de beta-endorfinas capaces de prevenir las variaciones hormonales indicativas del estrés. Tiene un efecto cardioprotector, en presencia de taquicardia y palpitaciones por ansiedad y nerviosismo, y permite aumentar la resistencia al esfuerzo y reducir la duración de los tiempos de recuperación después de un ejercicio intenso. De hecho, en el ámbito deportivo, los científicos soviéticos recomendaban su uso a los atletas para mejorar la actividad cardiovascular y ventilatoria durante las actividades de resistencia, para optimizar el flujo energético mitocondrial, favoreciendo niveles más altos de trifosfato de adenosina (ATP) y fosfato de creatina en las mitocondrias, garantizando así una mejora generalizada del metabolismo oxidativo. Ayuda a sostener las defensas inmunitarias del atleta, reduciendo el riesgo de sobreentrenamiento durante sesiones de entrenamiento intenso o competiciones de resistencia. En el atleta, se aprecia el hecho de reducir la aparición del dolor después de un entrenamiento intenso "DOMS" (delayed onset muscle soreness), lo que facilita la recuperación muscular, donde se observa una reducción de las citocinas inflamatorias y de los marcadores del daño muscular como la mioglobina, la creatincinasa y la lactato deshidrogenasa, lo que confirma el papel «mioprotector» antes mencionado.

La planta tiene propiedades adelgazantes, debido a la estimulación de algunas lipasas capaces de acelerar la liberación de grasas de los tejidos de depósito (lipólisis) para transformarlas en grasa parda, de modo que puedan sintetizarse fácilmente, es decir, «quemadas» para producir energía.

La principal virtud por la que es conocida y difundida actualmente es su excelente función como adaptógeno «antiestrés», ya que ayuda a recuperarse de los estados de agotamiento físico y mental debido a períodos particularmente «agotadores», que también conllevan un nerviosismo acentuado. Actúa especialmente a nivel del sistema simpático, contra la ansiedad y la depresión, al aumentar (¡hasta en un 30%!) los niveles sanguíneos de serotonina, el neurotransmisor responsable de la sensación de bienestar, contrarrestar los efectos dañinos del cortisol, la hormona del estrés, y reducir notablemente el hambre ansiosa. Los glucósidos contenidos en la raíz también son capaces de aumentar los niveles de dopamina, sustancia capaz de transmitir al SNC una señal de saciedad.

Los estudios soviéticos han demostrado que, al actuar como estimulante del sistema hormonal femenino, está indicada en caso de amenorrea, además de mejorar significativamente la fertilidad. En el lado masculino, favorece la función y el rendimiento sexual en el 70% de los hombres que sufren disfunción eréctil o eyaculación precoz.

La Rhodiola rosea no tiene contraindicaciones particulares, pero en altas dosis puede causar insomnio e irritabilidad. Debe evitarse su uso durante el embarazo y la lactancia. No suministrar Rhodiola rosea a los niños.

No se recomienda su uso en personas con problemas cardíacos o presión arterial alta, así como en caso de agotamiento nervioso o un alto estado de ansiedad. Nunca consuma rodiola si toma antidepresivos, ansiolíticos o barbitúricos, ya que aumenta los efectos secundarios.
El extracto de Rhodiola rosea es, en la vida frenética actual, un extracto natural de gran eficacia, debido a sus enormes propiedades adaptógenas que nos ayudan a mantenernos mentalmente activos, hábiles y eficientes en situaciones de particular estrés psicofísico, al intervenir sobre el estado de fatiga física y mental y mejorar la atención, la concentración, la resistencia a la fatiga, sin afectar a las funciones biológicas normales.

Información Nutricional

Por dosis diaria (1 comprimido)

  • Extracto de rodiola 200mg
  • de la cual rosavine 6mg
  • de la cual salidrosid 1.6mg

Ingredientes: extracto seco de rodiola (Sedum roseum (L.) Scop.) raíz 3% rosavine y 0,8% salidroside, agentes de carga: celulosa, fosfato dicalcico; antiaglomerantes: dióxido de silicio, sales magnésicas de ácidos grasos.

Cómo utilizar: tomar 1 comprimido al día con agua.

ADVERTENCIA: no superar la dosis diaria recomendada. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutivos de una dieta variada. Una dieta variada, equilibrada y un estilo de vida saludable son importantes. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños. Conservar en un lugar fresco y seco. Evitar la exposición a fuentes de calor y

 

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